14 Llámame libertad
Caminos de liberación interior.
Pedro Miguel Lamet.
Caminos de liberación interior. Pistas para conectar con esa zona donde vivir en paz y ser libres.
Colección feadulta.com, nº 14. Agosto 2012.
214 páginas, 21 x 15 cm, rústica
Caminos de liberación interior.
Pedro Miguel Lamet.
Caminos de liberación interior. Pistas para conectar con esa zona donde vivir en paz y ser libres.
Colección feadulta.com, nº 14. Agosto 2012.
214 páginas, 21 x 15 cm, rústica
El sueño del hombre de todos los tiempos es alcanzar la libertad. Pero vivimos condicionados, no sólo por las limitaciones de espacio y tiempo, la enfermedad y la muerte, sino por la gigantesca programación tecnológica actual que abarca desde la publicidad al lavado de cerebro de los grandes oligopolios de la comunicación. En esas circunstancias la única libertad posible es la interior. Pedro Miguel Lamet ofrece en este libro pistas y caminos para la desprogramación espiritual y la autoliberación, que pasan por un despertar a la verdad escondida en el fondo de uno mismo y la conexión con esa zona donde somos libres, estamos en paz y desaparecen las leyes, miedos y dogmas impuestos desde fuera. Un libro más allá de ideologías o adscripciones religiosas, que puede resumirse en tres palabras: "ver es amar". Pedro Miguel Lamet (Cádiz, 1941) ha publicado treinta ocho libros de muy diversos géneros, desde la poesía a la novela, pasando por la biografía, la historia, el ensayo y el periodismo de investigación. Fue director del semanario Vida Nueva, columnista de diversas emisoras de radio, revistas y periódicos, especialmente de Diario 16, y profesor de Estética y Cinematografía en varias universidades. Ha obtenido ocho premios periodísticos y literarios. ÍNDICE El despertar del alma Este libro I RÁFAGAS DE DENTRO La tabarra mental La aceptación y el cambio Fugaz y eterno Sin ti no soy nada Yoga y zen ¿son oración? Zambúllete en este mar Agua que salta Baja a mi noche A la puerta de mi choza Predicar el silencio El rostro de la diosa Cuando contemplo el mar El espacio interior El buscador es lo buscado El vino de Dios La vidriera de Dios La araña del pensamiento Bellota de Dios El "yo" real Oportunidad o tragedia Mar que juega con la playa El misterio de la sal El minuto perdido La Iglesia de cristal Despertar al no tiempo Meditación ante el tsunami Abísmame en tu ser Masoquismo ambiente Detrás del disfraz Gritos en lugar de luz Santos fuera de catálogo No estamos separados El corazón entiende En zapatillas La Nochebuena de dentro Noticias que cuestionan Contemplativos en la acción Mi yo y mi etiqueta Soy adviento Yo era un tesoro oculto Conciencia del aura Los días de la lluvia Si la muerte no existiese Católicos de toda la vida Oración para tiempos de crisis El banquetazo del hijo pródigo Azafatas para cementerios Si río, el universo ríe Los pájaros ¿van a misa? Inundación de "un no sé qué" La muerte del yo ¿Qué es el pecado? Flecha que es diana Eres río, pero te sabes mar La perla y el tesoro Cómo liberarnos del ruido mental Corazón de ratón El teólogo y el místico Viaje al centro del ser Risoterapia Borroso de lluvia Soy primavera Vuelo de gaviota La nube tóxica Carta de un camarero español Dios sabe lo que me pasa, ¿por qué rezo? Falla el modo de mirar Resucitar es ver El niño oculto El cuarto de estar La edad del corazón Cual es maría, tal hija cría Flores para el asfalto Con el pijama de madera Diálogo filosófico de dos gemelos Un modo de llorar con bondad Gaudete ¡Piérdete! Disfrutar del no-tiempo Tu rostro, el del universo La alegría de sentirnos inseguros Me encanta Dios Pan El amor por encima de la sangre La ola es el mar Sociedad protectora de ilusiones Exigimos la utopía Las crisis que no cura el dinero Trasplantes de cara Ser o tener Mirada El miedo ambiente Un cráneo de 700 años Aquella tarde El sol y las nubes Enamorados Sombras Derecho a sudar La primera bicicleta Ambigüedad del ciberespacio Oración de la página en blanco El minuto perdido II DECÁLOGO DEL DESPERTAR 1. ¡Ante todo, desprográmate! 2. A partir de ahora permanece atento. 3. La vida no es dura 4. Ahora soy todo 5. La vida es un país sin caminos 6. Perdonar cura 7. Uno con el universo 8. Todo está a nuestro favor 9. El silencio consciente 10. Comprometerse con el mundo III QUÉ ES FELICIDAD IV EL HOMBRE QUE HUÍA DEL MAR (Cuento) MINIAUTOBIOGRAFÍA ESTE LIBRO Hace algunos años visitaba en compañía de un amigo un templo budista-zen en la sagrada ciudad de Nara (Japón). El pequeño jardín japonés, perfecto y recortado, brillaba desde la ventana a la altura de nuestros ojos mientras tomábamos una taza de té. Parecía un cuadro recién colgado ante nuestra mirada sorprendida. El monje, de cráneo pelado y mirada penetrante, que se llamaba Nishizawa, se dirigió de pronto a mí en japonés. Mi acompañante, el profesor de la Universidad Sophia, Juan Masiá, me tradujo sus palabras, que nunca olvidaré: «Hazte plenamente el que ya eres», me dijo. Aquella frase se ha convertido para mí en todo un proyecto de vida. En realidad detrás de este pensamiento se oculta el camino para cualquier hombre que quiera realizarse en esta vida como persona y vivir con autenticidad. Hoy cada uno de nosotros casi hablamos como los personajes de las series televisivas o programas de éxito, vestimos lo que nos dicta la publicidad y hemos cambiado nuestro «ser» por un «poseer», que acaba por transformarnos en vulgares polichinelas de la sociedad de consumo. Estamos dormidos. Solo unos pocos se libran de esta vorágine y se asoman al balcón de la vida con el suficiente distanciamiento para volver a ser ellos mismos. Entre estos, siempre estuvo el poeta, que es capaz de escuchar el latido secreto de la vida. ¿Pero qué ha sido hoy de los poetas? ¿Quienes los leen? Además no siempre la vida del poeta responde al resplandor de su inspiración. La verdad que el arte desvela es considerada inútil además por el hombre pragmático actual. También el monje, el místico o el creyente auténtico supieron a veces despertar y mirar de otra manera el misterio del tiempo. Pero ¿la religión no nos ha introducido con frecuencia, por mala interpretación, en una máquina de dogmas y normas morales que, al darnos a veces dictado el camino, nos impide llegar a ser nosotros mismos? Otros solo despiertan después de alguna catástrofe, como la caída de las Torres Gemelas, una enfermedad, un disgusto, una guerra. Es lamentable que no hayamos aprendido o no nos hayan ayudado a asomarnos por nosotros mismos a los paisajes liberadores del ser. Con la esperanza de presentar un puñado de pistas para iniciar un viaje de mayor profundización hacia la propia búsqueda personal, ofrezco en este libro algo de lo que he visto o intuido desde mi ventana. Siempre he necesitado una ventana abierta junto a mi mesa de trabajo para dejar escapar la mirada de vez en cuando y ver mi paisaje desde las distintas luces que me ha venido ofreciendo la vida, para luego cerrar los ojos y escrutar en mi interior. Esta colección de pensamientos están más allá de cualquier creencia o filosofía concreta, aunque sean fruto de múltiples lecturas, meditaciones y búsquedas en lo mejor de ellas. Es una síntesis personal, una colección de impresiones que a mí me ha ayudado y ayuda a vivir y que, por el sustrato común que une a los humanos, barrunto que quizá pueda servir a otros. Estos pensamientos pueden leerse de forma sistemática o al azar, como píldoras de autoliberación interior en esos momentos o ratos perdidos buenos o malos, haciendo antesala, en el Metro o en autobús, cuando necesitamos de una sugerencia inspiradora que nos ayude a ir viviendo. Por supuesto, no pretendo en ninguna de estas páginas considerarme en posesión de la verdad y mucho menos imponérsela a nadie. No es más que mi pequeña verdad. Cada vez desconfío más de los que, desde diversas instancias se ven a sí mismos poseedores de certezas absolutas. Yo me contento con compartir contigo, amigo lector, estas pequeñas luces, mi caja de cerillas, por si cualquier día encender una de ellas pudiera auxiliarte a subir un nuevo escalón o evitar un traspiés en la oscuridad de la noche. Una tiniebla que, por desgracia, en estos tiempos de confusión, angustia a muchos. En una palabra, no pretendo que te asomes a mi ventana, sino desde la mía ayudarte a que abras la tuya. No recomiendo por tanto la lectura seguida y de un tirón de este libro porque los alimentos y bebidas concentrados empachan, atontan, producen hartazgo. Por el contrario sugeriría cerrar los ojos entre sorbo y sorbo, cuando una idea parezca encontrar acogida y resonancia interior. De esta forma cada cual descubrirá su propia verdad dentro, porque estoy convencido que la tiene desde siempre, solo que la ha olvidado, y dará un paso, a pequeños tragos de silencio, hacia la propia realización personal profunda. Ese paso será una forma concreta de contribuir al esplendor del universo. Creo más en la palabra abierta que en las recetas de autoayuda. No obstante, para aquellos que gusten de estas incluyo al final, en apéndice, una sencilla y necesariamente simplificadora guía de caminantes, como bastón o muleta para organizarse en la práctica, y sobre todo para la propia búsqueda y meditación que es la que vale la pena. Culmina la obra con unas respuestas sobre la felicidad y un cuento que pretende sugerir más que responder. Ojalá estas páginas te proporcionen algunos momentos de paz y alegría en medio de una sociedad atormentada por la competitividad, la violencia y un enloquecido estrés que provoca la obsesión dominante de ganar más dinero por encima de todo. En el fondo la liberación o el despertar interior no es sino una manera de abrir la ventana de los ojos del alma, y permanecer atento. Decía Antonio Blay: “Al mirar, te das cuenta de tú no eres lo que ves. Sigue mirando el mirar, llegarás al fondo y descubrirás el verdadero ser”. Y entonces, una vez descubiertas las quietas profundidades del mar, quizás puedas descubrir allí, sin dejar de vivirlas, que hasta tan inefable paz no llega el miedo a la turbulencia de las olas.
No hay comentarios de clientes por ahora.